Vacía la mitad del agua y pulsa 3-4 veces. Añade el resto y pulsa de nuevo. La mezcla deberá verse como arena gruesa medio seca, medio mojada. Sabrás que está lista si cuando tomas un poco en tus manos y cierras el puño mantiene la forma. No deberá estar super mójada.

Si no tienes procesador de alimentos, sigue las instrucciones pero usando los tenedores para desbaratar la mantequilla y unirla con la harina.

Divide la masa en dos y forma dos bolas (no la amases demasiado, sólo lo suficiente para formar la bola. Cúbrelas con plástico de cocina.

Toma el rodillo y dale una extendida rápida a la masa (todavía cubierta con el plástico) para aplanarla. Refrigera por al menos 1 hora. Si tienes tiempo te recomiendo que la hagas un día antes. Eso te ahorrará tiempo y pasos de preparación el día que las hagas.

Pre-calienta el horno a 400 grados F (aprox. 200 grados C). Enharina tu área de trabajo y el rodillo.

Extiende la masa hasta que esté bien delgada. Corta los corazones usando el molde de galletas o stencil. Coloca los corazones sobre las charolas para hornear cubiertas con papel pergamino.

Cuela la fruta. Coloca dos cucharadas soperas de fruta en el centro de cada corazón. Con tus dedos pincha la masa en la parte inferior para formar el pico del corazón.

Luego cuidadosamente ve doblando la masa alrededor de la fruta para crear la forma del corazón. No necesitan estar perfectos.

Bate el huevo hasta que se combinen las claras con la yema. Con una brocha de cocina forma una capa de huevo sobre la parte superior de las tartas. Esto les dará un acabado dorado y brillante cuando se horneen.

Hornea por 18-20 minutos o hasta que la costra es dorada y crujiente.